…pareciera que volviste de un sueño, en respuesta al los gritos silenciosos pero eternos, en busca de los besos pendientes, de las caricias incompletas, de las otras medias palabras, de los medios tiempos, de las madrugadas inconclusas...
¿Volviste o simplemente apareciste?
Responde, dime si eres una aparición, si vienes con ansias furtivas cual torbellino que con fuerza llega arrebata, se instala, es breve, pero arrasa y dejando todo en escombros con olor a fatalidad, cual campo de batalla sin despedirse se marcha...
…Dime…
…voy a escucharte, desde el alma que sólo concibe los sonidos libres de rencores… porque no te guarda enconos…
…Responde….
Hoy simplemente ¿apareciste o volviste?
Pero dime… háblame… con el lenguaje aquel que un día intentamos hablar, ese que nace en las profundidades, que no se agota, que se hace claro manantial que emana y baja ligero por la montaña, saciando la sed del caminante…
Sí dímelo así, sin evocarme los dolores, ni persiguiendo perdones… háblame con el lenguaje del alma, desde el corazón, desde el mundo, desde los niños, desde la luna, desde las libertades ansiadas, desde las notas guardadas, desde las ansias y el llanto de tu guitarra…
Dile a mis esperas, mis sonrisas, mis llantos, mis silencios, mis renuncias, mis necesidades, mis brazos vacíos, mis noches interminables, mi vientre ausente, mi luna; dile a mi ángel.
Dímelo así, cual complicidad de almas, que se revelan… se desvelan… se develan.
¡Ay! Déjame verte, por primera vez en los años que nos enredan, déjame verte… sólo así podría saber si cual viento pasajero hoy apareciste o a mi volviste…
¿Volviste?
¿Utopia o realidad, ayer amantes, hoy desconocidos, mañana buenos amigos?
¡Dime!
Pero… antes… por un momento piensa y recuerda que los caminos están separados y ahora… ¿Volver?
… de Volver, devuelve contigo el polvo de estrellas y sóplalo en el viento, libérate y libérame; mírame a los ojos, y ahora sí con tus notas dime que no he muerto y llévame a tu sueño.
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