Perdón y Silencio...

Perdón, palabra tan corta y a veces tan difícil de pronunciar.

Hoy un “perdón” oí de tus labios;
Fría tarde de otoño, -interrumpió en nosotros una llamada-
Probablemente hoy, la distancia y el momento no nos dieron para más.

-Perdón- …y nos quedamos en silencio…

…La conexión fue tal, que nuestros silencios hablaron, estaban de fiesta!

-Te amo- gritaba el silencio
-Siempre hubo ese fuerte sentimiento- interrumpiste al silencio,
-Perdón- repetiste…

… y yo ya te había perdonado, antes de esa llamada, antes de tu partida,
incluso antes de conocerte;
y es que el amor no conoce de odios, no soporta rencores;
y porque hoy no eres solo tú, es de alguna forma nuestro ángel;
hoy perdonarte, es mi otra forma de amarte.

Sí!!
Amarte, desde mi renuncia, desde mi desapego,
desde el fondo del abismo donde ya no amas, desde el trascender;
porque es cuando más y verdaderamente uno más ama;
desde allí te amo hoy.

Otra vez el silencio…
Esta vez gritaba que hoy nuevas barreras están presentes;
la distancia, el tiempo.
Y no estabas en frente,
pero así y en silencio pude sentirte, pude verte.

Dicen que las relaciones pueden verse mejor desde afuera;
la nuestra se ve de adentro;
la vemos tú y yo conectados desde los silencios,
desde los sentires, desde los eternos y nuestros momentos;
tú y yo la vemos y con eso basta;
tú y yo nos sabemos!

Colgué el teléfono…

…la tarde es fría, pero envuelta en el perdón y el silencio,
cerré los ojos y sentí tu calor;
me queda tu aliento y tengo fundido tu abrazo conmigo.